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sábado, 28 de junio de 2008

NOstalgia


La nostalgia es tan pasajera como el instante que ya pasó, como el recuerdo que nunca se volverá a repetir porque la vida fluye y, cuando las gafas de la nostalgia tamizan nuestros ojos, aparecen lágrimas que enturbian la vista, avisando que no debemos ver por ahí.

Te limpias los ojos en el baño. Te miras en el espejo, te ofreces la mejor de tus sonrisas, vives ese preciso instante como un auténtico presente y partiendo de ahí, te das cuenta que la vida sigue como el minutero del reloj: sin parar.

Bajas los peldaños hacia tí, donde anida la profundidad y habita tu ser. Coges el primer tren que pasa y decides seguir el viaje del que nunca debiste bajar. Dejando que todo suceda y sintiéndote uno más en el linaje que es vivir. No es un paseo ni una escapada fugaz, no es un reproche ni una rabieta, es la decisión de vivir lejos del culebrón y cerca de la propia melodía, que somos cuando viviendo hacemos nuestra canción.

Emig

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3 comentarios:

Esther dijo...

Tienes razón la nostalgia es ese mirar atrás y querer revivir de nuevo una parte del pasado, pero sabes que a lo mejor no se repetirá.. Y ese tren te lleva a seguir viajando en el bonito viaje que es la vida,porque no hay que perder el tren..Hay que seguir hacia adelante..Besos

María dijo...

La nostalgia es un sentimiento que, puede invadirte, sobre todo, a veces, cuando tienes un día bajo de moral, y empiezas a mirar atrás en el tiempo, y a echar en falta a esas personas queridas que pasaron por nuestras vidas, que bajaron de ese tren, porque llegaron al final de su camino, y entonces uno mismo sigue en ese tren de la vida sin saber en qué estación se detendrá.

Esa nostalgia y los recuerdos de esas personas que formaron parte de nuestras vidas y que ya no están con nosotros, forman parte de la misma vida, y que se suele venir a nuestra mente cuando estamos un poco bajos de moral.

Ese tren que va circulando, me producen miedo, porque sus paradas son inesperadas y las personas queridas irán bajándose de ese tren, pero es la ley de la vida, contra ella no se puede luchar, y nuestra única meta, nuestro destino, será la última parada de ese tren de la vida.

Un beso.

Emig dijo...

Sí María... pero, tras pensar antes de apuntar mi comentario para tí, entiendo que ese tren, su linaje, además de ser una vida, podemos elegir bajarlo cuando simplemente nos dejamos olvidados y nos sentimos lejanos de aquello que somos y queremos. Creo que decidir en cada momento las cosas y mejor si la decisión es acertada, hace que sigamos en ese tren.
A mí me ha tentado hacer billetes donde trabajo y así, hacer el viaje más largo, jeje... pero algo me dice que no colaría.

Un beso