No doy mi nombre a cualquiera. A veces he lamentado tanta impulsividad, y el camino de vuelta es tortuoso, sobre todo cuando la mente recuerda y la emoción embriaga, convirtiendo los pasos en caminos que son dunas inciertas...
La verborrea no existe cuando la comunicación es primordial desde lo sustancial; así, un bebé al llamar mamá y papá, vierte su magia desde la palabra, siendo esta expresión impoluta, cuyos nombres envuelven el palpito de una caricia que evoca sonrisa sempiterna...
Tras cualquier vendaval se encuentra el viento, como tras las nubes está el Sol.
Llamar las cosas por su nombre es tan fundamental como esencial;
sino, podemos convertir una flor en vil metal y sufrir los acordes del perjuicio...
Hasta el nombre propio puede cambiar si a tu alma haces vibrar.
No seas cansino ¡oh caminante del sendero!
No seas imprudente ni temerario,
no adelantes ni atrases ninguna voz,
porque la penumbra no acierta si la pureza no despierta.
Pureza y luz, y así, puerta abierta y corazón desvelado;
así, el pájaro alado surge resplandeciente,
cual aurora sonriente que sabe vivir el presente.
Mamá, papá... desde el corazón.
No es volver a empezar, sino recordar
de dónde venimos para así,
saber adonde vamos...
Emig
Blogalaxia Tags: Lectura+pensamiento+filosofía
Etiquetas: educación, reflexiones, filosofía, pensamiento, comunicación, amistad, utopía, éticaLa verborrea no existe cuando la comunicación es primordial desde lo sustancial; así, un bebé al llamar mamá y papá, vierte su magia desde la palabra, siendo esta expresión impoluta, cuyos nombres envuelven el palpito de una caricia que evoca sonrisa sempiterna...
Tras cualquier vendaval se encuentra el viento, como tras las nubes está el Sol.
Llamar las cosas por su nombre es tan fundamental como esencial;
sino, podemos convertir una flor en vil metal y sufrir los acordes del perjuicio...
Hasta el nombre propio puede cambiar si a tu alma haces vibrar.
No seas cansino ¡oh caminante del sendero!
No seas imprudente ni temerario,
no adelantes ni atrases ninguna voz,
porque la penumbra no acierta si la pureza no despierta.
Pureza y luz, y así, puerta abierta y corazón desvelado;
así, el pájaro alado surge resplandeciente,
cual aurora sonriente que sabe vivir el presente.
Mamá, papá... desde el corazón.
No es volver a empezar, sino recordar
de dónde venimos para así,
saber adonde vamos...
Emig
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