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"Contempla en la vela que lleva este candelero, a quien doy a luz, aquello que clarificará ciertas sombras de ideas... No hace falta que te instruya en mi creencia. El tiempo todo lo da y todo lo quita; todo cambia pero nada perece. Uno solo es inmutable, eterno y dura para siempre, uno y él mismo consigo mismo. Con esta filosofía mi espíritu crece, mi mente se expande. Por ello, no importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquéllos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, y mantente íntegro si puedes, y devuelve amor por amor."
El Candelero
Giordano Bruno
Cuánta importancia se le dan a según qué cosas sin tenerla. Mucha o poca pero no en la justa medida. Ahora, una situación la veo desde la perspectiva de su propia relatividad, mañana, la misma, me siento en el centro de la diana y me doy de bruces hasta que consigo el momentáneo desapego. Hoy me siento austero, mañana liviano, pero al rato proclive a caer en la, a veces, inmundicia de aquello pendiente que nunca asumo desde la prioridad. Subir a la noria siempre me ha gustado y, sin embargo, hay cosas de la vida que me marean, quizás porque soy yo la noria y la indecisión de mi propio movimiento me hace perder el equilibrio. Lo indeleble que es hoy, visto con otros ojos, puede ser mañana un pasado para olvidar. Siento que la decisión es fundamental y uno no debe ser su propia alcahueta en su vida, quizás mejor ese Quijote unas veces, otras Sancho Panza, cuya sencillez e ingenuidad pero también bondad, todo ello unido de ambos, llenos de cualidades, hicieron que sus linajes fueran verdaderas aventuras del aprender y del vivir, desde lo nuevo, lo auténtico, con valores primordiales, secuencias fantásticas e imaginativas, pero con un sentido llamado Dulcinea, amor, aunque yo también lo llamo alma.
Emig
Blogalaxia Tags: Lectura+pensamiento+filosofía
Etiquetas: educación, reflexiones, filosofía, pensamiento, comunicación, amistad, utopía, éticaEl Candelero
Giordano Bruno
Cuánta importancia se le dan a según qué cosas sin tenerla. Mucha o poca pero no en la justa medida. Ahora, una situación la veo desde la perspectiva de su propia relatividad, mañana, la misma, me siento en el centro de la diana y me doy de bruces hasta que consigo el momentáneo desapego. Hoy me siento austero, mañana liviano, pero al rato proclive a caer en la, a veces, inmundicia de aquello pendiente que nunca asumo desde la prioridad. Subir a la noria siempre me ha gustado y, sin embargo, hay cosas de la vida que me marean, quizás porque soy yo la noria y la indecisión de mi propio movimiento me hace perder el equilibrio. Lo indeleble que es hoy, visto con otros ojos, puede ser mañana un pasado para olvidar. Siento que la decisión es fundamental y uno no debe ser su propia alcahueta en su vida, quizás mejor ese Quijote unas veces, otras Sancho Panza, cuya sencillez e ingenuidad pero también bondad, todo ello unido de ambos, llenos de cualidades, hicieron que sus linajes fueran verdaderas aventuras del aprender y del vivir, desde lo nuevo, lo auténtico, con valores primordiales, secuencias fantásticas e imaginativas, pero con un sentido llamado Dulcinea, amor, aunque yo también lo llamo alma.
Emig
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2 comentarios:
Nada queda quieto... nada permanece... nada es igual... todo cambia... hasta nuestras propias ideas... hasta nuestra forma de actuar y de reaccionar... todo dá vueltas, incluso nuestro planeta, todo ...
Lo que hoy puedo pensar, mañana quizá sea de otro modo, dependiendo de las circunstancias y del momento, dependiendo de mi estado de ánimo, incluos, mi manera de de actuar puede cambiar totalmente, quizá piense que voy a reaccionar de una manera y luego cuando llega la situación, he actuado de otra manera distinta a como yo pensaba que iba a actuar, hasta que no te ves envuelta en esa situación no se puede llegr a saber como puedes actuar.
Incluso, cuando mi mente se bloquea pensando en que no puedo dar más de sí, voy y me pongo a ello, y al final lo consigo ¡no te puedes imaginar qué logro más alcanzado! y la satisfacción que llegas a sentir, es algo realmente maravilloso.
En cuanto a lo que comentas de lo de la noria, yo también, en algún comentario lo dije hace pocos días, que soy muy miedosa ante las novedades que se me puedan presentar en la vida, pero en cambio, me encantan las alturas, incluso, es dónde mejor me siento, como más libre, y poder ver las perspectivas desde tan alto, pudiendo contemplar los paisajes, es algo que realmente me fascina, pero ya ves... aquí tan abajo, en este difícil caminar, me dan mucho miedo las novedades, prefiero los caminos lisos sin curvas aunque sean más aburridos.
Sin lugar a dudas, es un placer estar aquí en tu blog.
Un beso.
¡Menudo comentario! La serenidad tiene movimiento, como cualquier impulso también... eso he aprendido de leerte.
Me ha recordado algo que he buscado y encontrado y lo copio/pego aquí:
"Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse".
EL KYBALION
Cuando has mencionado las alturas, me ha venido al pensamiento, de nuevo, la serenidad. Creo que no hay mayor altura que la soltura que surge desde el interior, desde lo sutil que también somos. Buscamos eso y, cuando surge lo otro, no se vive como altura, sino como vida.
Hace algún tiempo, en un escrito, intenté decir algo con estas palabras: "y es que, realmente, cada cosa tiene su nombre, como cada cosa tiene su
tiempo y, cuando surge un destello, es porque ambos elementos se cumplen"
Gratificante y hermoso es saberte como leerte. Gracias
Un beso
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