Comprometidos

Natacha, desde uno de sus blogs, Un País en la Luna, me regaló el detalle que puede verse en este blog, una imagen en forma deportiva y contenido muy actual.
Me hizo reflexionar esa simple palabra que habla de la acción del compromiso, lo hace desde el conjunto que quienes queramos estar ahí, un poco fuera del yugo de tantas y tantas formas, que a modo publicitario, noticia, hábito, incluso desde algunos ámbitos de buena voluntad nos impelen a pensar manteniendo el paso dentro de un ¿maquiavélico? sistema estructurado que, en definitiva, no deja ver mucho más allá del propio egoísmo...
Compromiso desde uno mismo pues, "el que no vive como piensa, acaba pensando como vive". Y es difícil mantener esta línea tan fina, que requiere de tanta atención porque la misma es delicada. ¿Quién no ha vivido la sensación de dejarse llevar alguna vez?
El compromiso, desde donde lo entiendo, no tiene vacaciones, tampoco es una forma de pensar o de vida cerrada y estática, tampoco errática; sino todo lo contrario, siempre en movimiento y, por ende, abierta a cualquier entrada que mejore nuestra forma de ver y de ser en todas las situaciones. Más allá del utópico pensar, se encuentra nuestro día a día en donde cualquier simulacro de acción repentina, impulsiva, nos devuelve a ese estado de ánimo contradictorio, en donde todo es posible pero nada es real...
Entiendo que el compromiso, para llegar a ser ese inmenso mar de acción en nuestras vidas, primero deben comenzar las propias gotas a ser una en esa inmensidad, y este es el deber más cercano, quizás el más costoso aun tratándose de uno mismo, curiosamente...
"Cada palo que mantenga su vela". Y así es, ahí entiendo que anida el campo de aprendizaje para llegar más allá pues, entenderse uno mismo favorece entender a los demás, y tal aprendizaje es de universal necesidad.
Compromiso es acción, consciencia, quizás la verdadera cultura sea practicar ese pacto de responsabilidad propia y la misma extenderla hacia los demás, como inherente haz de luz que más allá de las palabras hace su efecto pues, el correcto pensamiento conduce a la correcta acción.
Cualquier pensamiento o acción, cualquier actitud o impulso tiene su mejor razón de ser cuando surge desde el impersonal talante que es verdaderamente positivo, pues su influencia es semilla que seguramente, nuestros predecesores agradecerán como nosotros hoy, agradecemos al Sol su luz.
Hay que despertar desde la acción.

Emig

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