
Hoy me siento libre porque he decidido. Ha sido una pequeña decisión. Antes parecía sólo una rémora. Pero hoy he decidido. Me he dado cuenta que cuando decido, no es preciso que espere a tener claro que mi decisión es un viento atemporal; porque hoy soy viento, mañana puedo ser tempestad y quizás otro día simplemente brisa. Lo importante es Ser, pero no sólo de pensamiento, ni tampoco de emoción. Cuando se es, a la vez, uno se acerca más a la vivencia y a uno mismo. Decidir ser es decidir, cuando la decisión no va acompañada del ser, quizás –o sin quizás– no es decidir, es sólo jugar con la tibieza del medio despertar. Nunca hay que decidirlo todo, para eso tenemos el tiempo lleno de instantes, que nos llevan hacia lo que somos y, tal vivencia no es inmediata, pues todo son retazos del gran puzzle. Nunca lo es, porque la única inmediatez que tenemos es el presente... ¡Cuantos "ahoras" hay que pasan sin más! Porque no los llenamos de nuestra propia brisa, viento o tempestad. Mas cuantos presentes que son reflejos del ayer ¿para qué? Nos sentimos aburridos y somos a veces, uno mismo, quienes repetimos la escena... ¿por no decidir? Decidir vivir o pasar por la vida...
Una cita dice que: "hay tiempos para pescar y tiempos para secar las redes". ¿Acaso Ser no significará que somos pescadores como también somos redes? Y esto no debe ser un papel asumido sin rechistar. Porque no es una simple apariencia, pues podemos ser esa agua que se adapta al recipiente donde le corresponde estar, sin perder su propia esencia. Creo que decidir es adaptarse como esa agua. Lo contrario es friccionar. Friccionar... me suena ¿verdad?
Etiquetas: educación, reflexiones, filosofía, pensamiento, comunicación, amistad, utopía, éticaUna cita dice que: "hay tiempos para pescar y tiempos para secar las redes". ¿Acaso Ser no significará que somos pescadores como también somos redes? Y esto no debe ser un papel asumido sin rechistar. Porque no es una simple apariencia, pues podemos ser esa agua que se adapta al recipiente donde le corresponde estar, sin perder su propia esencia. Creo que decidir es adaptarse como esa agua. Lo contrario es friccionar. Friccionar... me suena ¿verdad?