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viernes, 16 de febrero de 2007

Desde dentro... (Hellen Keller)

Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente. Afirma tu paso con la visión del futuro. Encuentra la calma de las montañas. Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria. Vive intensamente la paz del sueño. Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro. Recuerda que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad. Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien. Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas.

1 comentario:

María dijo...

Vivimos acelerados, desde el mundo de las prisas, de la aceleración, de los ruídos, vivimos en la época del reloj, somos como máquinas que, desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, parece que nos dan cuerda para no parar ni un segundo, pero, no sólo desde dentro, sino desde fuera, estamos en constante movimiento, parece como si todo lo quisiéramos hacer a la vez, como si el mundo se nos fuera a escapar de las manos, como si haciéndolo de esa manera fuéramos a abarcar muchas más cosas.

Si retrocedemos en el tiempo, y nos trasladamos a nuestra niñez, nos podremos dar cuenta de muchas cosas, entre ellas, la tranquilidad que existía en nuestros hogares, en las calles, sin apenas ruidos de vehículos; eran tiempos tranquilos, sin prisas, sin agobios, sin estrés.

Hoy, después de todos estos años, incluso, los niños viven igualmente de estresados que las personas adultas, porque están todo el día ocupados en los colegios, y luego encima, les ocupamos en más cosas, ya que por las tardes les llevamos a clases extraescolares y no tienen tiempo ni siquiera de jugar, que tienen que mirar sus agendas, para ver si tienen unos minutos libres para jugar, es triste todo esto, pero es la realidad.

En mi blog he hablado muchas veces de estos temas, no sé si los habrás llegado a leer.

Besos acelerados.