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viernes, 16 de febrero de 2007

Ensayo sobre la Comunicacion


En ocasiones actuamos con algunas personas, un poco como somos, otro poco como queremos ser. Esto forma parte de la comunicación especial.

Parece que hay seres, ante los cuales, sólo la verdad es lo que nace decir. Exentos de engaños, al vivir este compromiso de lealtad silente, nos impele cada nueva experiencia vivida en este sentido a conocernos más, que es querernos más.
Conocernos que es reconocer la dicotomía que existe manifiesta entre cada cual y el mundo. Cuando la comunicación, es también una expresión de las formas creadas por la sociedad, cuando aparece el convencionalismo y, cuando el conformismo, egoísmo o, simplemente la inacción de la razón, no deja que fluya esa comunicación especial... ¿del ser interior? quien aparezca.

Ahí no actúa para nada la mente. La sonrisa y la palabra son una sola cosa. Quizá a este sentido de coherencia, la religión lo llamó en su momento el "verbo". Muy probable que esta conjunción de energías sea la fuente, desde donde parte cualquier atisbo de creación. Donde lo humano y el reino de los sueños son una sola cosa y, el fluir suena a latido.

Observar sin pensar... hablar y sentir el fluir del silencio... Hermoso estado de conciencia. ¿Se entiende y practica?

Seguramente, el mayor secreto guardado no tenga distancia de encuentro, pero si, nota sublime que reconocer. Sintonía sería pues, la palabra que define el camino. Vivir sin buscar, sea pues, la clave, para el reencuentro del Todo que
llevamos ingénito en el interior. Sea igualmente el silencio quien, con su magna presencia, cuyo vacío sereno sabe escuchar la Nota, guía con la voz de la conciencia al caminante y no, sea éste, presa de multitud de voces, confundidas con muchas voces de verdad, tamizadas por ser sólo un reflejo, que intenta, pero no queda válido salvo un tiempo... que es respuesta al
momento, pero no a la Pregunta...

Pequeños atisbos de este vacío tenemos... pues ¿quién no conoce la intuición?

Siempre hay, antes y durante esto, un proceso silencioso de atención, de serena expectación, que no piensa, pero si siente y no el conocimiento, pero si la sabiduría, hace acto de presencia y se muestra como sensación, cuyo perfume, es cierto a los ojos del corazón. Esto forma parte del anima mundi.

Salir del día a día y entrar en el momento a momento. Esto sería respirar y sonreír. Esto sería sentir el Sol y caminar sobre presentes, entre oportunidades casi cada recodo del camino y la creatividad del siempre ahora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, sólo puedo decir, sí, comunicación:)